31 diciembre, 2010


Formosa (R.Argentina)
RECONOCER LO ESCONDIDO

Razonando poéticamente, escribe Martín Portales que Dios no es ni está, sino que se sucede a sí mismo. A sí mismo Dios sucedido en cada año, en cada maternidad cumplida, en las orillas continuas de la paz.

María Madre de Dios es lo primero en este primer día del 2011. Madre del misterio que no puede revelarse del todo porque su Todo no cabe en el universo. Cuando el ángel le propuso ser la Madre de Dios, ella sentiría que le faltaba corazón para contener la maravilla. Sin embargo, a fuerza de hacerse sitio en el pecho del amor, le cupo dentro la divinidad, reconociendo que le habían nacido unos ojos nuevos para descubrir lo que a simple vista era imposible. Madre de Dios y Madre de todos los pequeños misterios que abundan en la pobreza del hombre y que en Ella tienen su luz y su gobierno.

Madre también de la Paz que queda depositada en el ser humano tras la presencia de su Hijo. Dios no reina sino en el alma pacífica y desinteresada, clama fray Juan de la Cruz, sabiéndose el destinatario más lúcido... Mientras guerras y batallas, soterradas o visibles, se den en nosotros y en el mundo, la Paz de la Madre de Dios será sólo deseo, respetuosa y repetida intención.

...Y un año nuevo no es más que un modo de ponerle números al tiempo, ese loco indetenible que de vez en cuando saca su copa de champán para mojarnos la conciencia y recordarnos cuántas horas perdemos en buscar el tesoro donde no hay más que arena. Sigue ágil y viva la serpiente de nuestros pretendidos paraísos y sigue engañándonos con manzanas vistosas. Cada año una mordida y un nuevo desencanto... Que en la dificultad del 2011 encontremos el amor de Dios, dignidad y trabajo, y una lucha por aprender a querernos como buenos hermanos.

25 diciembre, 2010

FIESTA DE LA NAVIDAD

¡FELIZ NAVIDAD!

Cada año, la candela de la Navidad se lleva nuestros sueños escritos en el papel del tiempo. Cada año, ríos y relojes se dan cuerda a sí mismos para llegar a diciembre con agua limpia para la sed de todos y más horas con que agrandar el horizonte de la vida.

Pero sin el Niño, sin el Dios que nace, de lo quemado en la candela no brotará la esperanza de mejores sueños; los ríos y las almas se quedarán sin agua provechosa; y los relojes, nuestros relojes, echarán de menos la nueva maquinaria que fija la hora del amor en el corazón y las familias.

En nuestro Belén parroquial de San José, los ríos llevan a Dios el nombre y la necesidad de los más pobres; los fueguecillos de la fragua han de ofrecer a los solitarios la ternura infinita de lo pequeño; y el reloj que señala la estrella donde Jesús ha nacido se detendrá en el universo, como una flor de piedra, en el asombro luminoso de sabernos para siempre amados.

¡Feliz Navidad a todos!

18 diciembre, 2010

DOMINGO IV de ADVIENTO. Isaías 7,10-14 ; Mateo 1, 18-24

San José. Cat. de Palma

SEÑALES Y SUEÑOS

Contamos los pasos que faltan, como locos ardiendo en la impaciencia. Belén es el corazón del mundo y está a un paso. A un paso de todo también está la duda, la altura más alta y el abismo. Dios en su anchura vive a un paso.

Este cuarto domingo de adviento se lo dedica la Iglesia a las presencias ejemplares de María y de José, mientras ellos se miran intensamente tratando de adivinar la luz que hay detrás de sus ojos, el porvenir de su abrazada perplejidad. En el libro de Isaías, Acaz no quiere pedir una señal para no tentar a su Dios: le basta con notarse un fuego en el pecho y saber que sólo la zarza de la fe arde sin apagarse... Hay señales que no precisan más explicación, están ahí dejando en el alma un no sé qué que queda balbuciendo. Por otra parte, quien pide señales, está sin querer desconfiando. Los amores bien urdidos se bastan en su locura a sí mismos, por eso la Virgen contempla y vive su llenura de gracia con la misma naturalidad que sale un hijo a la vida.

San José, no es que haya pedido señales, sino que su justicia no puede cobijar tanto asombro en el misterioso embarazo de su esposa, y piensa refugiarse en su secreto y en su soledad abandonando a María antes de que la ternura le venza. Un ángel del Señor, sin embargo, aguarda a que se quede dormido y le convence en sueños de la integridad de su esposa, a la par que le pide otra manera de vivir con María, el más alto oficio de padre y el ejemplo a un Hijo que ha venido para derramar en el mundo todo el amor de su Padre... Y es que cuando los sueños son de Dios, se entiende todo y se abre, como boca de volcán, la inteligencia.

Dios se va explicando, cada día, en la vida.

11 diciembre, 2010

DOMINGO III de ADVIENTO. Isaías 35, 1-6ss ; Santiago 5, 7-10 ; Mateo 11, 2-11


EL GOZO DE SABER QUE VIENES


Nuestro poeta Muñoz Rojas, en su libro Rosa, se lamentaba delicadamente: Se me fue la vida intentando detener la hermosura. Así a nosotros, en cada año que pasa, en cada Navidad madrugadora, contamos con una grieta más en las manos, brotada por el afán de sujetar la Hermosura de Dios que se achica en Jesucristo que, aunque niño, desborda la cuna de los corazones. Creo que fue Rafael Guillén, mirando a su esposa, quien se dejó caer en un verso sublime: Dios cabe en el hueco de nuestras manos juntas. Si es la cuna el amor, no solamente en ella cabe, sino que también reposa.


Hoy tenemos la alegría de saber que viene para hermosear al hombre, para vestirnos de su luz y salvarnos, no con salvaciones de problemas concretos ni siquiera con el milagro de una fruta alcanzada, sino para salvarnos enteros, desde la entraña hasta la última raya del pensamiento, desde la intención de mirar hasta el abismo de ser.


Ah, Dios todo en el vientre del deseo, sostenido por los flujos inmaculados de María. Dios errante y quieto en la menudencia de un asombro. Dios acunado en las manos del mundo si el mundo fuera capaz de unir sus manos para sentir el peso de tanta maravilla. Paciencia, que ya llega. Paciencia, Dios a punto de nacer, que también nosotros llegaremos algún día al nacimiento pleno de encontrarte.

04 diciembre, 2010

DOMINGO II de ADVIENTO. Isaías 11,1-10 ; Mateo 3, 1-12

Anunciación. Pta. Sta. María de los Ángeles y de los Mártires. Roma


CONVERTIRSE ES CAMBIAR DE POSTURA

En su Vida Secreta, Dalí nos señala: Todo me modifica, nada me cambia... Es bueno que los amigos modifiquen nuestro carácter, que las circunstancias modifiquen las calles por donde pasamos, las comidas que comemos. Que sean modificadas nuestras indecisiones o nuestras frivolidades. Es una pena, sin embargo, que cambiemos la identidad por un plato de lentejas, que nos engañen hasta que nos quitan el oro dejándonos el cobre. Es una pena que alguien pueda caer en la tentación de dejar el Camino y tomar la vereda. Dios es el único que nos hace felices. Lo sabemos de sobra. Porque la vida cansa, o no, dependen de con quien se vaya.

En su tiempo leí que Carter había sufrido una devastadora depresión cuando fue derrotado en las elecciones a presidente de los EE.UU. En su familia, lo intentaron todo. Estaba convencido que la vida era una oposición a la cátedra de mando, que sólo se es uno mismo cuando se gobierna, cuando se decido en los más altos niveles...Derrotado, su hermana monja le hizo ver que cómo podía pretender el gobierno de tan alta nación si no había sabido gobernar su voluntad en los niveles más sencillos.

Poco a poco, Carter preparó su corazón para la paz. -¿Cómo ha sido el cambio?, le preguntó de nuevo su hermana religiosa, ¿de qué forma y cuándo lo has notado?. Y así supo contestarse el expresidente confundido:

-En que yo antes, cuando me encontraba con alguien, lo primero que pensaba era en qué medida esa persona me podía beneficiar; ahora, con todos los que me cruzo sólo pienso en cómo podría yo ayudarles...

Convertirse es darse a luz desde otro vientre.